De el El Escorial a Arganda sin conductor.
Dos vehículos Citroën aparentemente normales, escoltados por la Guardia Civil, compartieron trayecto ayer con miles de automovilistas en las carreteras y autovías que rodean Madrid por el oeste y el sureste. Aunque ver un Citroën C3 siguiendo a un Citroën C3 Pluriel no tenga, a priori, nada de particular, las apariencias engañan.
Ambos automóviles forman parte de un experimento realizado por el Centro de Automática y Robótica (CAR) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) para poner a prueba, en condiciones lo más reales posible, las tecnologías más novedosas en conducción automática de vehículos.
La marcha estaba encabezada por “Clavileño”, un Citroën C3 Pluriel, equipado con un GPS y comunicaciones vía radio, conducido por un humano. “Platero”, un Citroën C3, le seguía, guiado por un ordenador, que manejaba tanto el volante como los pedales del freno y el acelerador, además de calcular la distancia de seguridad con “Clavileño”. Este vehículo puede pasar a conducción manual en caso de fallo del GPS o el sistema de radio o en zonas problemáticas, como túneles.
El recorrido de ambos vehículos, que se realizó a una velocidad media de 60 Km/h, se inició en San Lorenzo de El Escorial (Madrid) e incluyó un tramo urbano por el Real Sitio, tramos periurbanos por las carreteras M-600 y M-50, y tramos de autovías por la A-6 y la A-3, acabando en la sede del CAR, en Arganda del Rey (Madrid).
Una respuesta de "Clavileño y Platero hacen su primera ruta abierta."