A lo largo de su historia, Citroën se ha caracterizado por su espíritu diferenciador y revolucionario, que ha dado lugar a iconos como el 2CV, los Citroën XM o BX o el más reciente Citroën C4 Cactus. Modelos míticos que han gozado de apariciones cinematográficas como las que recordamos a continuación.

Sor Citroën (Pedro Lazaga – 1967)

Durante unos años, Sor Citroën fue más que el título de una película: fue una referencia cultural en el imaginario popular. En esta obra, Gracita Morales da vida a la hermana Tomasa; monja recién llegada a una comunidad que dirige un orfanato. La hermana Tomasa es la encargada de obtener el permiso de conducir con el objetivo de disponer de medio de transporte para las niñas del centro. Al conducir un 2 CV, el personaje interpretado por Gracita Morales se gana ese sobrenombre.

‘Sor Citroën’ es una comedia calificada como blanca aunque con el paso de los años ha suscitado determinadas polémicas debido a la imagen que transmitía en su momento sobre el rol de la mujer. Más allá de esto, la presencia del 2 CV como eje articulador de la película y la presencia de la marca en el título demuestra la importancia que tuvo este modelo para la historia del automóvil, siendo uno de los referentes durante décadas.

Sólo para sus ojos (John Glen – 1981)

Más del 2 CV, en este caso como coche ‘Bond’. El 2 CV figuró en esta película de un 007, encarnado en este caso por Roger Moore. Un Citroën 2 CV en color amarillo sirve al agente secreto más famoso para protagonizar una escapatoria que tiene lugar en la ficción en algún punto cercano a Madrid (en la realidad, se filmó en Grecia).

Para mayor curiosidad, con motivo del estreno de ‘Sólo para sus ojos’, Citroën lanzó una edición especial de este modelo que incluía el logotipo de 007 y pegatinas en la carrocería que simulaban agujeros de bala, además de una miniatura de juguete de la misma edición especial.

Ronin (John Frankenheimer – 1988)

Una de las películas de acción estadounidense con más aire francés. Con un elenco de estrellas como Robert De Niro o Jean Reno, el plato fuerte de esta película se centra en persecuciones por Niza y la capital francesa. La importancia del automóvil en la filmografía de Frankenheimer es total. El mejor exponente es Grand Prix (1966), sobre las carreras de Fórmula 1, y que fue un prodigio técnico al grabar con recursos de la época carreras de monoplazas con un elevado nivel técnico.

La presencia de coches en ‘Ronin’ es intensa y el Grupo PSA Peugeot Citroën cuenta con nutrida representación entre los que destaca el Citroën XM: ‘Coche del Año en Europa’ en 1990, fue una berlina del segmento E de la que se vendieron más de 300.000 unidades y en esta película se pone a las órdenes de un director que grabó las persecuciones en tiempo real y sin postproducción.

L’opération corned-beef (Jean-Marie Poiré – 1991)

A medio camino entre una parodia y un homenaje a la francesa del cine de acción de Hollywood, esta película cuenta la misión de ‘Tiburón’, capitán del servicio de espionaje del país galo, encargado de la ‘Operación chuleta de ternera’ (título con el que se estrenó en España). Protagonizada también por Jean Reno, el Citroën BX goza de una presencia constante en este largometraje aunque con un destino amargo, ya que tras sufrir todo tipo de inclemencias acaba ardiendo.

Citroën en Tintin

La serie gráfica de ‘Las aventuras de Tintin’, obra del maestro Hergé, es –además de uno de los grandes comics de todos los tiempos– un retrato fiel de las tensiones geopolíticas de su época y una fotografía de la realidad cultural y social. Como tal, la presencia del automóvil en sus tomos es una constante. Hergé era un amante de los coches y, fruto de esta pasión, se han realizado exposiciones sobre la temática o incluso rallies de clásicos que han aparecido en estas viñetas.

El punto de encuentro entre Citroën, Tintin y el automóvil culmina con la presencia del Citroën 2 CV en ‘El asunto Tornasol’ y su posterior réplica en la serie de animación de Tintin basada en sus tebeos. Como curiosidad, el color con el que figura el 2 CV en el álbum no existía comercialmente por aquel entonces, aunque acabaría incorporándose a la gama. Además, en la década de 1980 Hergé dibujó una campaña publicitaria para la marca.