Los Citroën DS3 WRC mantienen el suspense.

Los Citroën DS3 WRC mantienen el suspense.

Sébastien Ogier y Julien Ingrassia lideran el rally por delante de Sébastien Loeb y Daniel Elena, y aunque la clasificación del Rally de México no ha cambiado mucho, la segunda etapa ha estado llena de acontecimientos. Los hombres del Citroën Total World Rally Team todavía mantienen una buena ventaja sobre sus rivales y parece que el DS3 WRC conseguirá su primera victoria en el Campeonato del Mundo de Rallys.

El escenario de tener que barrer los tramos y perseguir a los rivales es algo que se repite muchas veces en las pruebas disputadas sobre tierra del Mundial de Rallys, y como era de esperar, en el de México ocurre lo mismo. Sébastien Ogier, que lideraba la prueba por muy poco al comienzo de la segunda etapa y que por tanto se vio obligado a salir primero en los tramos, jugó su primer papel. Mientras que barrer las pistas no es lo más agradable, es aún menos cuando su más inmediato perseguidor se llama Sébastien Loeb.

El siete veces campeón del mundo pronto hizo el trabajo de su joven compañero de equipo. Loeb marcó el mejor tiempo en Ibarrilla 1 (ES11) a pesar de sufrir un pinchazo en los últimos kilómetros del tramo, y se colocó primero en la clasificación general con unos segundos de ventaja. Ogier tuvo dificultades en Duarte, una zona estrecha y con mucho polvo, en la que perdió quince segundos sobre su rival. En el parque de asistencia del mediodía, los dos DS3 WRC estaban separados por veinte segundos. “Sabíamos que salir en segunda posición en los tramos nos daría ventaja sobre Sébastien, y lo aprovechamos al máximo para subir al primer lugar”, dijo Loeb. “Estos veinte segundos de ventaja no nos permiten ir tranquilos, tenemos que continuar yendo fuerte si queremos tener posibilidades de ganar. Al mismo tiempo tendremos que conservar la mecánica, ya que aquí sufre mucho”.

De todas formas Loeb no esperaba que una pieza del selector de marchas le obligaría a tener que parar al comienzo de Ibarrilla 2 (ES15). Tuvieron que comenzar la especial cinco minutos más tarde, recibiendo por tanto una penalización de cincuenta segundos. “Intentamos fijarla utilizando uno de los tornillos del parachoques trasero, gracias a la gran idea que tuvo Daniel”, subrayó el siete veces campeón del mundo. Esto permitió a Ogier volver a liderar la prueba, pero él también tuvo algún problema: “Me di cuenta de que Seb había llegado tarde al finalizar el tramo de Ibarrilla. Aunque volví a ser líder, esa no era la forma en la que quería ganar. En Duarte 2 perdimos más tiempo y no fue porque teníamos que barrer las pistas, sino por una pérdida de potencia debida a un mal funcionamiento del encendido. No supuso un gran problema, ya que logramos solucionarlo”.

“A pesar de que nuestros DS3 WRC continúan en cabeza del rally, hemos tenido varios problemas”, comentó Xavier Mestelan-Pinon, el director técnico de Citroën Racing. “A pesar de los miles de kilómetros que hemos hecho en las pruebas, sabíamos que nos podían pasar este tipo de cosas en carrera. Me quito el sombrero ante nuestra gente por haber mostrado ese gran ingenio y sangre fría”.

Al final del último parque de asistencia previo a las dos superespeciales de León, Ogier tenía una ventaja de 11,3 segundos sobre Loeb. “Todavía quedan por disputarse tres especiales y alrededor de sesenta kilómetros mañana. Estamos bien situados aunque no con una gran ventaja, pero iremos a por la victoria”.

Petter Solberg y Chris Patterson tomaron la salida en la decimotercera posición, marcaron cuatro mejores tiempos y al final del día eran quintos.

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