¿Éxito o fracaso? En Junio del 2014 en la presentación del C4 Cactus en Ámsterdam se lanzaba una pregunta directa: ¿Qué os parece el C4 Cactus?. Nuestra respuesta fue contundente: Con precio equilibrado se venderá, pero dado su diseño exclusivo, su ajustado equipamiento, sus motorizaciones limitadas y el precio de venta elevado, gozará de un año de boom, otro de decadencia y el último de crucero.
El Citroën C4 Cactus se presentó como un vehículo en el que se habían eliminado todos los «extras» innecesarios, aplicando soluciones innovadoras para aligerar peso, reducir consumo y ajustar su coste de compra. Su objetivo era ofrecer un coche de estilo único con una relación precio/equipamiento competitivo. Lo cierto es que en estilo lo consiguieron. ¿Quién no giró la cabeza para ver un C4 Cactus por la calle en el año 2014?. Pero no fue así en la relación precio/equipamiento, ya que analizando las opciones de la marca en el momento de lanzar el modelo, un C4 Tonic 1.6 VTi 120cv se adquiría por solo 12.300€, mientras que un C4 Cactus Feel Edition 1.2 82cv tenía un coste de 12.500€. Lógicamente el C4 gozaba de mejores materiales interiores, al heredarlos del DS 4, y además equipaba diferentes opciones que el C4 Cactus suprimió por ser «innecesarias», pero que Citroën, por descuido, no restó del precio del coche: ventanillas traseras, 4 salidas de aire, climatización bi-zona, etc.
A título personal el C4 Cactus nos enamoró. Es práctico y el concepto en general es innovador. Es un coche cómodo, urbanita y pintón. Nos lo quedaríamos como segundo coche sin dudarlo. Ahora bien, desde el primer instante la baja oferta de motorizaciones se había vuelto excesivamente restrictiva: ¿Un C4 Cactus 1.6 BlueHDi con solo 100 cv para siempre? ¿Y por 15.700€? ¡Oh, no! El coche se convirtió en una opción alternativa, y nunca mejor dicho, ya que desde hace meses el C4 Cactus se ofrece con Citroën Alternativa por una cuota cercana a los 200€/mes, siendo la opción ideal para un coche «de tránsito». Ahora bien, si no miramos el dinero y te engancha el diseño, ¡olé!, es una gran opción.
En la futura actualización, el Citroën C4 Cactus abandonará los AirBumps, sus barras de techo y su apellido «Cactus» para remplazar al Citroën C4 B7, que cesará su producción a final de este año para volver en aproximadamente 2 años totalmente renovado. El C4 F3 será un remplazo temporal dentro de la gama.
Como curiosidad, se han comercializado cerca de 250.000 unidades de C4 Cactus hasta hoy, mientras que el Renault Captur obtuvo más de 215.000 pedidos solo en el año 2016.
En palabras de Xavier Peugeot, «no hay que atarse a elementos como los Airbumps»:
«Nous devons éviter d’être prisonniers de certains éléments comme les Airbumps, donc nous les emploierons comme on joue des cartes différemment selon les modèles, les segments et les régions«…
Y a vosotros, ¿Qué os pareció la vida del C4 Cactus? ¿Éxito? ¿Fracaso? ¿Personalidad única?.
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