El 29 de Septiembre de 1988 Citroën presentó el concept-car Activa en el Salón Internacional del Automóvil de París. Dos años después, en 1990, se presentaría su evolución, el Activa II.

El concept-car Activa era un vehículo de aspecto futurista, con una trabajada aerodinámica y unas dimensiones más que considerables: 4,75 de longitud, 1,90 de ancho y tan solo 1,27 de alto.

Incorporaba la suspensión Hydractive I, que sería la sustituta de la instala hasta por aquel entonces en, por ejemplo, el Citroën BX. Esta nueva suspensión permitía mediante sensores electrónicos ofrecer información de aceleración y estado de la calzada, permitiendo modificar su comportamiento de forma constante e incluso pasar de un modo elástico – confortable a sport. La dirección del vehículo era asistida-eléctrica, y tenía 4 ruedas motrices.

El primer concept del Activa se presentó con silueta 5 puertas, y posteriormente, en 1990 se presentó el Activa II, con una silueta de coupé que inspiraría a modelos futuros como el Citroën XM.

La evolución del activa incorporó sistema de navegación, ordenador de abordo con acceso a diversos reglajes y un motor 3.0i V6.