Alfredo Vila, director general de Automóviles Citroën España, en el Foro España Innova.
“La propulsión eléctrica es una opción más, interesante, pero no la única. Para su desarrollo, existen todavía dificultades y desafíos tecnológicos, normativos y socioeconómicos a los que hacer frente”. Así se pronunciaba Alfredo Vila, director general de Automóviles Citroën España, en la conferencia “Automóvil: nuevos retos”, celebrada hoy en el hotel Ritz de Madrid, en el Foro España Innova, organizado por Nueva Economía Forum.
El directivo de Citroën recordó la existencia de otras alternativas de propulsión, como los tradicionales motores de combustión, que ya han contribuido a conseguir importantes avances en términos de reducción de emisiones y que, según dijo, “serán los que seguirán dominando a medio plazo”. “Hoy, más del 50% de los coches vendidos en Europa emiten un máximo de 140 g/km de CO2”, afirmó.
Vila, que alabó la Estrategia Integral para el Impulso del Vehículo Eléctrico, presentada por el Gobierno español y la definió como “un buen punto de partida para la puesta en marcha del vehículo eléctrico” en España, invitó a los presentes a reflexionar sobre los “múltiples reglamentos, normativas y exigencias, a veces contradictorias,” a los que hace frente el sector y que le suponen enormes inversiones. En este sentido destacó el gran esfuerzo que supone para el sector invertir en I+D para la propulsión eléctrica, al tiempo que “tenemos que seguir invirtiendo en investigación para responder a normativas tan exigentes como Euro 6 o el Reglamento de Emisiones de CO2”. Su incumplimiento implicará, a partir de 2019, el pago por parte del fabricante de una penalización de 95 euros por gramo de CO2 excedido. “Si esta cantidad se multiplica por el número de vehículos matriculados en Europa por la marca penalizada, como indica el reglamento, el montante puede resultar inabordable”.
La combinación de inversión en propulsión eléctrica, inversión en motores de combustión para cumplir las normativas medioambientales y afrontar las penalizaciones que supone su incumplimiento, da lugar a una situación que Alfredo Vila definió como “insostenible para el sector”, en un momento “complicado tanto por la coyuntura económica como por la rentabilidad”.
Destacó, por ello, la necesidad de “tener unos objetivos muy claros” respecto al vehículo eléctrico, así como del acuerdo “entre todos los partidos políticos a nivel nacional y la coordinación entre todos los países de la Unión Europea, para homogeneizar tanto la legislación como la estrategia”. Desde su punto de vista, la garantía de un escenario estable para su desarrollo en el medio plazo “es fundamental para incentivar las enormes inversiones necesarias”.
“En Citroën, estamos preparados para el vehículo eléctrico”, declaró en referencia al Citroën C-Zero, un vehículo 100% eléctrico, con una autonomía de 130 kilómetros, que la marca comercializará a finales de año. Y añadió que, en 2011, también llegará al mercado el Citroën DS5, una berlina del segmento medio full Hybrid, formado por un motor térmico diésel HDi FAP y un motor eléctrico.
Para cerrar su intervención, el directivo de Citroën reclamó la renovación del Plan 2000E, al tiempo que pidió un replanteamiento de su tributación al IRPF, la que calificó de “inesperada”. “Esperamos que este problema se solucione. De lo contrario, empañará los efectos positivos del plan y generará desconfianza hacia futuras ayudas”, concluyó.