“Magia para los Corazones”, la acción solidaria que Citroën ha puesto en marcha junto a las Fundaciones “Menudos Corazones” y “Abracadabra” se acerca a su ecuador con gran éxito de participación. Más de 12.000 personas ya han hecho su gesto en favor de niños hospitalizados, jóvenes en riesgo de exclusión social, discapacitados y personas que se encuentran en un difícil estado emocional, gracias a esta iniciativa que estará activa hasta el 31 de enero. Hasta ese momento, todas las personas que acudan con su vehículo a un Servicio Oficial adherido a la campaña podrán realizar un control de seguridad de forma totalmente gratuita y así contribuir a esta “mágica” causa solidaria.
Este control incluye una diagnosis electrónica, que permite un análisis exhaustivo del estado de los sistemas de seguridad del vehículo, algo especialmente importante en esta época del año.
“Ponemos todo el corazón y un poco de magia…” es el lema de esta campaña para la que se han realizado una serie de divertidos vídeos disponibles en el site www.ofertas-citroen.es/magiaparaloscorazones/. En ellos, los niños y los técnicos especialistas de la Red de Servicios Oficiales del Servicio Posventa Citroën, auténticos magos por un día, son los grandes protagonistas.
Esta iniciativa también se puede seguir a través de las redes sociales de la marca, mediante el perfil @CitroenEspana en Twitter y con el hashtag #MagiaparalosCorazones
Menudos Corazones (www.menudoscorazones.org) es una entidad sin ánimo de lucro que trabaja en el desarrollo integral y la mejora de la calidad de vida de los niños y los jóvenes con cardiopatías congénitas, así como de sus familiares, ofreciendo programas asistenciales de atención psicológica personalizada, acompañamiento y actividades lúdico-educativas para menores hospitalizados.
La Fundación Abracadabra (www.fundacionabracadabra.org) es una organización de acción social sin ánimo de lucro, apoyada por la Fundación PSA, que trabaja en toda España. Está presente de forma mensual en cerca de 50 hospitales en los que regala magia solidaria a los que más la necesitan: niños hospitalizados, ancianos, personas con discapacidad psíquica o física, jóvenes en riesgo de exclusión social así como cualquier colectivo que se encuentra en un estado emocional particularmente difícil y necesita sentir que aún tiene la capacidad de ilusionarse.