Imagínate que por un defecto de fabricación tu volante de piel se altera y tomas la decisión de cambiarlo por uno nuevo. Sin miramientos vas a Citroën, pides el nuevo volante, y  cuando lo recibes,  resulta que el nuevo es de plástico, o según dicen, de «cuero».  Ahora imagina que tu coche es un vehículo premium, y no casualmente un DS 5, sino un premium de verdad, de los que nunca volverá a haber: un Citroën C6 de 60.000€. ¿Qué te parece?. ¡Esto es una citronada!

Si eres un visitante asiduo a las comunidades virtuales te habrás encontrado con la expresión citronada varias veces, un sustantivo (o adjetivo) que hace alusión al buen hacer de Citroën. Sin las citronadas, Citroën no sería nada. Es de esas características o peculiaridades que hacen de una marca una experiencia única.

Lanzar un Citroën C6 al mercado fue una citronada. ¿Quien se arriesgaría a sacar un coche de «la hostia» en una marca generalista?. Venderlo en 60.000€ fue otra citronada. No querían ser lideres en ventas, sino diferentes. ¿Os dais cuenta de cómo Citroën sin las citronadas no sería lo mismo?

El problema de las citronadas es que hay veces que, aun dentro del habitual sin sentido, pierden el rumbo, transformando el lado positivo de las citronadas en auténticas cagadas. ¿Queréis entenderlo? Vale. Pues leed.

En el año 2005 Citroën lanzó al mercado un exclusivo vehículo premium en el que no se escatimaba ni un sólo céntimo en materiales. Era el Citroën C6. El buque insignia de la Marca que coronaría la historia de Citroën – en vista de los hechos – de por vida. Materiales nobles, cuero de alta calidad, tecnología punta, equipamiento de máximo confort… Máximo lujo. El modelo se comercializó hasta diciembre del año 2012, es decir, a día de hoy todavía no han pasado ni 5 años desde su cese de fabricación.

Pongamos por caso que compras un C6 a capricho, que lo cuidas y mimas, y un día descubres que el volante tiene una pequeña marca en una zona, algo así como si hubiese saltado el barniz…. curioso cuanto menos. En ese momento tu mente piensa «Que una citronada no quiera que me quede sin un volante en un futuro», y automáticamente, en ese momento decides ir a comprar un volante.

Pues sí, así fue el principio de esta bonita entrada en CitröNoticias….

Tras una espera de varios días, pues no había stock en España, el flamante volante llega a las instalaciones del distribuidor, y ¡sorpresa! El nuevo volante de piel de primera calidad ahora es de plástico. En ese momento pienso que se trata de un error, lo cotejo, y todos los presentes llegan a la conclusión de que debe de ser un fallo, iniciando procedimiento de reclamación a Citroën Recambios. Varios días después, la respuesta al distribuidor es un: «La referencia se sustituyó. Lamentamos las molestias».

Pues bien. Las citronadas pueden generar muchos problemas de comprensión entre clientes y Marca. Todo el mundo, o el 99% entiende que el cuero es piel, y por piel que es cuero, como dice la RAE. Pero no. En el lenguaje citroniano la cosa cambia: Cuero es sintético, y piel, es cuero procedente de animal, de la calidad que le toque. ¿Sorpresa?. Esto es así desde hace aproximadamente 6 años, desde que empezaron a utilizar Cuero Nappa, Cuero Semi-Anilina y Cuero de Plástico.

Ahora bien, si resulta que tu volante de cuero antes era de piel, y ahora tu volante de cuero resulta que es de cuero (en citroniano)… ¿Qué ha pasado?. Pues que ha habido una citronada, y que encima no tiene solución en Citroën.

Cómo podéis ver en la imagen principal, la textura del nuevo volante es un tanto diferente. Es el volante del C-Elysée (Sin desmerecer a este modelo, ¡eh!). Se nota a leguas que es sintético marcado con un troquel, pero para el fabricante esto es «cuero bueno».

Errores de concepto como este son los que hacen que te llegues a plantear qué tan seguro es comprar un vehículo con cuero exclusivo. Imagínate que sólo venden 18.000 coches con esta combinación, y tan sólo 5 años después deciden cambiar el material. ¿Te imaginas un asiento de plástico granulado?