¿Vale la pena comprarse un C6?

¿Realmente valen lo que cuestan los alemanes? Yo creo que no. Hace años marcaban la diferencia en el mundo del automóvil. Eran mucho mejores que la competencia y con eso engatusan todavía. ¡Si hasta los coreanos salen por encima de ellos en las encuestas de fiabilidad! Antes eran coches de millonarios, exclusivos. Ahora cualquier indocumentado lleva uno (aunque quiebre su negociete para poder pagar las letras del leasing).

¿Vale la pena comprarse un C6?

Tenemos capacidad para gastarnos 40 o 50.000 euros en un coche (¡¡por fin!!).

Ya tenemos unos cuantos añitos a nuestras espaldas, por lo que no queremos un deportivo que nos maltrate la espalda y nos obligue a hacer contorsionismos para entrar (y llamar a una grúa para salir).

No tenemos familia numerosa de las de antes (por lo que no necesitamos un minibús), no nos dedicamos al transporte de mercancías, ni vivimos en medio de un páramo (por lo que descartamos las furgonetas y los 4×4).

Las jovencitas nos miran con timidez (¡y nos tratan de usted!), mientras sonríen a nuestros hijos, y mucho aire nos enfría la calva (por lo que descartamos también los descapotables).

Después de muchos años comprando el coche que podemos, hemos decidido comprar el coche que queremos, pero, hete aquí, hay un montón de fabricantes sin escrúpulos intentando sacarnos el dinero, que tanto nos ha costado ganar, fabricando maravillosos coches a cual mejor. No nos llega para un Rolls Royce, un clase S, o un serie 7 (Tampoco tenemos un sueldo mensual para gastar en mantenerlos). Entonces… ¿A quién le damos nuestro dinero? ¿Nos lo vamos a gastar todo en un coche?

La primera opción es optar por un buen coche, sin extravagancias, meterle todo el equipamiento posible, y hacer un buen viaje con la parienta. (ESO es lo que ella quiere, y si sobra para comprarse ropa, o hacer una reforma en la casa, mejor). Fue mi primera opción, un C5 HDi 160 CAS EXCLUSIVE, que se plantaba en unos 32.000 euros, pero…, ¿y si miramos más arriba?

Por supuesto, lo que vemos al mirar hacia arriba es Francia, con ese C6 que nos gustó cuando lo sacaron, pero más arriba está Alemania. Los Audi están muy bien, aunque “molan” más los Mercedes y los BMW. A la parienta le empieza a hacer gracia, ya se imagina las miraditas y comentarios de familia, amigos y vecinos varios viéndola subida en un carro semejante. (Y a nosotros también, reconozcámoslo, da “caché”).

Cuando empezamos a mirar y a comparar, descartamos el A4, el clase C y el serie 3. Empiezan a parecer “poco coche” (A fin de cuentas, por eso descartamos el C5), por lo que al final nos queda el Audi A6, Mercedes clase E, BMW serie 5 y el C6.

Pregunta: ¿Cuál es mejor?
Respuesta: ¿Hay alguno malo?

En seguida descarto el Audi, sin abundar en el precio y la enoooooooorme lista de opciones, me parece un coche con poca personalidad, como todas las berlinas de Audi. Busco algo distinto, diferente. Al fin y al cabo, me voy a gastar una pasta ¿no?

Ya sólo quedan tres. Miro precios. Me llega para comprar un alemán hasta que miro el equipamiento y comparo. ¡Horror! ¡Sólo por las llantas que lleva el C6 pretenden cobrarme 2.000 euros extras! Me repongo y empiezo a sumar extras para igualar el equipamiento en los tres coches. ¡Horror otra vez! ¡Tengo que hipotecar la casa para pagar los extras! ¡Cada mirada o comentario de un familiar, amigo o vecino, me sale por 300 euros! (y tengo muchos familiares, amigos y vecinos).

¿Realmente valen lo que cuestan los alemanes? Yo creo que no. Hace años marcaban la diferencia en el mundo del automóvil. Eran mucho mejores que la competencia y con eso engatusan todavía. ¡Si hasta los coreanos salen por encima de ellos en las encuestas de fiabilidad! Antes eran coches de millonarios, exclusivos. Ahora cualquier indocumentado lleva uno (aunque quiebre su negociete para poder pagar las letras del leasing). He visto a uno de esos “miraquemercedestengo”, con los cuatro neumáticos en las lonas, cambiar sólo dos por unos neumáticos usados. (me hubiera reído pero, el muy insensato, llevaba con él a su hija de pocos años. Todavía me remuerde la conciencia por no haberlo denunciado).

En definitiva; paso de los alemanes y de hipotecarme durante años con esas sanguijuelas para poder mantener el coche. De pagar aceite a precio de champagne francés, mano de obra a precio de cirujano estético, y repuestos como si fueran de oro macizo. No me hace falta una estrella en el morro del coche para saber quién soy, y lo que opinen de mí los que no me conocen me la trae al pairo.

Así que nos queda el C6, pero… ¿Es una buena compra?¿Realmente es la mejor opción?¿Vale la pena gastarse todo ese dinero en un Citroën?¿No se reirán de nosotros por pardillos?¿Ganará Alonso el mundial este año?

El que no ha probado una suspensión hidractiva no puede opinar, no tiene ni idea de lo que hablamos. Está tuerto y en el otro ojo tiene cataratas, pero cree entender de coches, y te dice: «¿Te vas a gastar esa pasta en un Citroën? Tú estás loco». (Ignoraremos su comentario. El que no ha comido una paella en Valencia, se cree que la que se comió en Logroño estaba muy buena)

El resto creemos conocer esa suspensión… hasta que probamos el C6. Solamente los astronautas conocen mayor sensación de ingravidez y flotabilidad (pero no disponen de asientos de cuero, y me río del confort de su vehículo). La primera vez que subí estaba alucinado (y eso que ya tenía un C5). El confort de sus butacones, el silencio interior, la suavidad con la que cambia de marchas; es digno de un rey… y del culito de la Carla Bruni (¡no me extraña que quiera un hijo de Sarkozy!). Mi mujer y yo solemos parar cada 200/300 km en los viajes para descansar. En el último nos hicimos 500 km seguidos y ninguno tenía ganas de parar.

¿Y la imagen?

Vamos a ver. Creo que no te has enterado todavía. Llevas un pedazo de carro de casi 5 metros de largo, una de las líneas más originales del mercado y la exclusividad que da el no cruzarte con otro más que una vez cada 6 meses. Si crees que no das imagen deberías hacértelo ver por un profesional. Por supuesto alguna vez oirás algún “que coche más feo” o, como yo, el comentario de una compañera de trabajo: ¡Vaya cochazo que hay aparcado a la puerta!

Soy aficionado a los coches desde que era un chaval. Me compraba y devoraba las revistas de coches, me leía todas las pruebas de los nuevos modelos y, cuando llegó internet, me miraba todas las páginas del motor. Ahora casi no tengo interés. Tengo el mejor coche del mercado. ¿Para qué quiero enterarme de las miserias de otros fabricantes? Todo parece poco y malo al lado de mi ”Enterprise”. No necesito que nadie me mire ni me admire cuando lo conduzco, solamente un babero.

¿Vale la pena comprarse un C6?

Roba o mata si es preciso, pero hazte con uno.

Firmado: Caracono. (Hydractives)

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AVISO: Este mensaje contiene ironías, y en NINGÚN MOMENTO incita al hurto, robo o violencia para conseguir un flamante Citroën C6.

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